sábado, 8 de diciembre de 2012

Tu me haces ser tan fuerte.

Destruiré el mundo, por ti. Acabaré con toda la miseria, si es por tí. Lucharé por ese sin fin, si luego te encuentro a ti. Venceré a miles de demonios por aquí, para que no se apoderen de ti. Arrancaré y eliminaré cualquier obstáculo que se atreva a intervenir, en un ti y en un mí. Le diré un adiós a la muerte si acaso tiene valor de posarse en mi o en ti, o quizás en las circunstancias que sentimos en el vivir. Romperé los obstáculos que decidan aparecer en un existir. Y esto y mucho más, lo haré por ti. Venceré a los gigantes, aunque yo misma sepa que algo suave me aplaste. Me esforzaré por sonreír, como bien sé que te gusta a ti. Intentaré componerte miles de melodías para que así, cuando no te pueda sentir, el miedo no se apodere de mi sentir. Seré fuerte como te prometí un día, a ti. Ni lloraré ni me dejaré sufrir. Te cuidaré con la distancia, con esa que es solo una palabra. Que sabes que para mi eso no es nada; que mando a los kilómetros a un viaje hacia la nada, aunque quieran revelarse yendo hasta un todo. Un todo, vaya mal, controlo. A tu lado sí que experimento de todo. Con esas sonrisas, esos labios que los no cuerdos seguro que incitan. Con esas caricias, tu mano en la mía. Junto a ti, aprendo a existir; a que es el vivir, a crecer, incluso a morir. Nazco y muero solo por tí. Eres tu mi punto de heroína, también aquella medicina que puede arrebatarme la vida. Eres salado y dulce, picante y ácido. Eres todo cuanto quiero a mi lado. Quiero volver a besarte, demostrarte cuantas fuerzas me das para el aguante. Quiero como ayer, agarrarte, perderme por tu cuerpo y amarte. Quiero abrazarte, no saber dejarte..Estar media hora besándote. Quiero que me lleves a "Nunca Jamás" a "Un mundo ideal" poco me importará. Quiero que me alejes, del mal, mejor dicho, de tu no presencia en mi estar, para junto a ti siempre caminar. Secuéstrame, ámame, creemos un lugar donde juntos nos podamos poseer. En un futuro, sé que todo cuanto queremos podremos ver. Agarra mi mano, y vamos juntos al destino. Que entiendo que mi mala suerte vino a jugar con lo que un día tuvimos, pero recuerda cuanto nos quisimos. Cuanto aún te siento conmigo. El cerrar los ojos, y el sentirte conmigo. El sabor de tus labios, tu aroma, tu presencia a mi lado; vamos un poquito de tiempo juntos al pasado. Recordar en antaño cuando nos conocimos, el día en el cual unimos nuestro destino. Si hubiera sabido que aquel día iba a ser tan maravilloso, te juro querido mío que tal vez ni me lo hubiera creído; pues en aquel momento no fui consciente de lo que me brindó el destino. Tengo que confesarte que gracias a ti, vivo, respiro, siento lo que es estar prendido. Prendida de amor, enamorada con el corazón; adorándote más que a cualquier Dios. Nunca pensé que le amor pudiera ser adoración. Adoración a esa sonrisa, la forma en la cual me acaricias sin prisas. A tus miradas, y a las palabras tuyas que me dejan prendada. Adoración a tus besos, a buscar tus labios, a decirle adiós a los cuerdos. Adoración a tu locura, también a tu cordura, y a tu forma de amarme en esta atadura. Adoración a que quieras que sea tuya, pues pase lo que pase, estaremos juntos, aunque no esté a mi alcance. Pues ya te dije, que creceré si hace falta por tí, maduraré todo lo que necesite el destino para hacerle saber qué, a mi lado te quiero tener, que estoy harta de que se intrometa sin saber. Si él mismo nos unió, ¿tiene sentido que quiera fastidiar lo que en antaño formó? No. Sabes que esto solo ha sido una broma de un "Dios" de uno de esos a los que rezabas de camino a mi portón. Ese "Dios" seguro que se ha puesto celoso de mi adoración, y a venido a hacerse notable en nuestra canción. Pero ten claro que aquí ni mando yo, ni tú, ni ningún "Dios"; aquí mandamos los dos. Manda un yo contigo, un tu conmigo, un así nos sentimos vivos. Mandan nuestros besos, nuestras sonrisas, la forma en la cual me acaricias. Mandan tus te amo, las veces en las cuales me muerdes los labios. Manda tu saber prosperar, tu tranquilizarme, tu amor, todo lo que me das. Manda lo que sentimos a pesar, de que un mal chiste se pose en nuestro portal. Porque sé, confio bien, que juntos todo  lo podemos vencer. Solo hace falta que a mi lado te quedes para ver, cuanto te puedo ofrecer. Por que yo de por sí te digo por aquí, que nada podrá acabar con mi amor por ti. Que suenen las campanas, que los relámpagos retumben en las zonas de mi cuerpo que besabas, que el fuego inunde mis sábanas, que yo venceré todo lo que sea por volver a escuchar que me amas. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario