sábado, 28 de abril de 2012

Y a pesar de todo, sonrío.

Miedo, miedos, tengo mucho miedo. Miedo a volver a tenerte a ti, a quedarme sin ti, y sin tu absurda gilipollez. Miedo a la soledad, a estar fuera de lugar. Miedo a llorar, a gritar, y a perder la dignidad. Miedo a olvidar, a olvidarme de ti, y de lo feliz que podía estar. Miedo a no prosperar, y a dejar todos mis sueños atrás. Tengo miedo, de ti, de mi, y de nuestro pasado. Miedo de que vuelva, algo que ya nunca más he deseado. Miedo a que no aparezcas en un futuro, algo con lo que siempre he contado. Miedo a ti, a mi, y a un nosotros. Miedo a ti, y a un vosotros. Miedo a la nada, y a un todo. Tengo miedo, como siempre he tenido. Miedo a querrerte, pero a ya no saber cómo hacerlo. Miedo a amarte, y que por esto mismo, este sufriendo. Miedo a mis miedos, y a perder la cabeza por ello. Tengo miedo, y lo siento, pero te extraño. Miedo a luchar, y miedo a perder. Miedo a enfrentarme contra la nada y para nada vencer. Y miedo, y mucho miedo. Tengo miedo hasta de mi misma, por aumentar las estadísticas. Y siento miedo, por el miedo a lo que siento.

viernes, 27 de abril de 2012

Bipolaridad.

Vuelvo aquí, allí y allá, para hablar de mi, y ya para nada de ti. Te olvidé, te he olvidado, y ahora, tan solo quedo yo misma. Yo, me, mi, y conmigo, muerta, muerto, sin ti, y sin nadie. Lo siento, entre las tierras del infierno para mi ya te encuentras muerto.

sábado, 21 de abril de 2012

Decidiremos el final, en el momento de matarnos, cuando ya apenas nos queden motivos por los cuales amarnos.

jueves, 12 de abril de 2012

La muerte fría y cálida, estaba presente en cada una de nuestras despedidas; recuerda, que yo ya nunca más seré tuya.

jueves, 5 de abril de 2012

Una simple palabras, que forma mundos.

Siempre he supuesto que la felicidad es algo verdadero. Algo único, un sentimiento duradero. Que una vez que la encuentras, es tuya, y que una vez que la pierdes, ya no volverá nunca. Pero no, no es cierto. La felicidad son cortos momentos. La felicidad es un te quiero. La felicidad son sonrisas, también son lágrimas. La felicidad no son más que actos, que simples segundos presentes en la vida, en el destino.
Mi felicidad no es más que tu presencia, y también se convierte en mis lamentos. Mi felicidad es intentar ser feliz. Mi felicidad soy yo, y mis ganas de prosperar.

Vayamonos juntos en busca de un paraíso artificial.


Nunca confié en la distancia, sinceramente, nunca me gustó. Es fría, asquerosa, distante, y nisiquiera se preocupa por mis pensamientos, por mis sentimientos. Tan solo, está. Está conmigo, y también está contigo. Está con todos nosotros, con el mundo, con la ausencia. La mayor distancia que existe, a pesar de todo, es el orgullo. Tú puedes estar aquí, cerca, muy cerca de mi, y estar también distanciado. Por los miedos, y por una absurda gilipollez. Tú, tu puedes querrerme a pesar de todo, y odiarme al mismo tiempo. Nunca me gustaron los kilómetros, ni las largas distancias. Nunca me gustó correr, buscar algo para luego realmente no encontrarlo. A pesar de todo, he oído decir que la distancia no es más que una sola palabra. Una palabra que muchos dicen, y que demasiados sienten. Y ahora, yo, después de toda mi experiencia, puedo hablar. La distancia, no es una palabra. La distancia es un sentimiento, y no se basa en lso kilómetros. Distancia no es lo que hay entre tu y yo, eso se llama amor. Distancia son los miedos, las distancias de un corazón a otro. La distancia es la falta de cariño, de amor, de abrazos y de besos, la distancia es impotencia. Impotencia de quererte ver, y no poder hacerlo. Impotencia de querrerte abrazar, y tenerte demasiado lejos. Y ahora, te estoy hablando a ti, grandullón. A quien tú ya bien sabes, a quien yo tantísimo quiero. No, no me estoy refiero a mi Sergio del pasado, ni a nadie por el estilo.

Me estoy refieriendo a un chico que conocí hará casi unos tres años, a distancia, con mucha distancia encima, y que a pesar de todo, me ha hecho muy, muy feliz. Pero no con la distancia que yo defino, si no con la distancia expresada en kilómetros, en simples números. La vida no son matemáticas. El amor no son operaciones exactas, por lo que el cariño, y los largos caminos, tampoco. Tu y yo no estamos alejados por números, si no por motivos para juntarnos. Tu y yo, si nos encantramos sé que fue por algo. Vale, sé que sueno idiota, gilipollas, y todo eso, pero dudo que ciencas no exactas puedan acabar con lo nuestro. Siendo tú, mi más fiel amigo, mi compañero, mi vida, mi amante sin duda. Siendo tú, el chico que llena de sonrisas mis amarguras. Que cuando me caigo me levantas, y me elevas hacia las nubes si hace falta. Y eres tú, el mismo chico que conocí por una pura casualidad, y de la cual no me arrepiento para nada. Siendo amigo, hermano, y toda mi vida al final. Siendo tan necesirio como el aire propio que respiro. Siendo tú, querido, ese angel caido. Eres fuerte, único, maravilloso, joder, ya lo sabes. Eres un estúpido Romeo en este mundo de falsos. Eres tú, tan perfecto, a tu manera. Eres tú, y todos los momentos vividos conmigo. Tengo miedo, he de serte sincera, de que un día no estés, aquí, a mi lado, con todos esos números no exactos hechados encima de nosotros. Tengo miedo a que algún día el miedo pueda con lo nuestro, pero no voy a permitirlo. Porque eres tú, Jose Javier Leco Andrade, tú mi ángel de la guarda. El único que ha estado en todo momento, y ha podido comprenderme. Tú, con el que tanto he discutido, y tantas peleas tontas hemos tenido. Tú, a los brazos que siempre he acudido. Lo admito, quiero abrazarte, y besarte, y sentirte cerca de mi. Quiero matar a la puta distancia, convertirme en una asesina, para al fin tenerte aquí. Pero no puedo. Soy tan solo una niña, y tú lo sabes. Soy tan solo una chica más, nada especial entre las demás. No puedo asesinar a nuestra distancia, ni al miedo, pero sí quedarme contigo en todo momento. Puedo estar a tu lado, soñar contigo, y conmigo. Puedo crear ese futuro que tanto ambos ansiamos, juntos, como siempre quisimos. Puedo estar contigo, puedo cuidarte, dios, puedo hacer todo lo que quieras si me lo propongo. Pero no puedo matar algo inexsistente de forma física. No puedo asesinar mis sentimientos, y no, no puedo alejarme de ti. Nunca lo dudes, yo no sería yo misma sin ti, sin tu calor, sin tu cariño. He crecido aconstumbrada a tus palabras, a tus consejos, y a tus ganas de vivir. Joder, ¿qué coño yo haría sin ti? Si todo el futuro lo tengo planeado para tenerte aquí. Vencería a la distancia, y ahora mismo iría allí. A Sevilla, contigo, riéndome de ella así. Viendo que no existe, que por fin estamos nosotros allí. Pero no, no puedo hacerlo. No puedo huir de todo para demostrarte mis palabras, pues aún es pronto para ello. Aunque no te guste el dicho, de tiempo al tiempo, es muy sincero. Tiempo al tiempo estaré contigo, no me seas impaciente. Tiempo al tiempo podrás abrazarme, y yo demostrarte lo que siento. Tiempo al tiempo nosotros, hermano de distinta sangre, estaremos completamente unidos, y ya nada, ni nadie, podrá separarnos. Solo, por favor, espérate un poco más. No dejes que nuestro cruel destino nos busque un final. Cumple tus promesas, y yo juro que cumpliré las mias. Y nosotros, seremos un tu y yo para siempre. Por que sin ti, nada, contigo, todo. Porque te quiero, y me sobran las palabras. Porque te amo, hermano, y juntos, podemos vencer a la muerte, separados, acabar en ella. Tu y yo juntos, y a la mierda con la auto-destrucción. Siempre, por favor.

He vuelto aquí de nuevo, contigo, como sé que nunca quisistes. He vuelto a hablar de ti, de ti conmigo, y de ti sin mi. He vuelto, para volver a hablarte. A ti, y a mi, y a todo aquel que me esté escuchando, que me esté leyendo. He vuelto a demostrar que la distancia es tan solo una palabra, y que los sueños a veces se hacen realidad. He vuelto a llorar, por ti, por nuestro amor, y por lo poco que queda de este. He vuelto a llenarme de ilusiones, de ganas, pero no de ti, ni de luchar, ni tampoco de formar un nosotros. He vuelto para demostrar que la felicidad existe, que tan solo hay que buscarla. He vuelto para quejarme del mundo, y de las putas leyes. He vuelto para ser yo misma, para ser libre, para liberarme. He vuelto, contigo, conmigo, he vuelto a decirte que te quiero. Que te quiero, y que es cierto. He vuelto a sonreir, y a llorar a la vez. He vuelto a temer, y a sentirme fuerte. He vuelto a ser yo, aquella chica que tanto buscabas, que tantísimo querías, incluso amabas, y que tanto ahora odias. He vuelto, de nuevo, para poder remediar todos aquellos dolores, todos aquellos males. Vuelto para decirte que sí, que te extraño. Vuelvo a decir para decirte que no, que no te amo. Y vuelvo para decirte que quizás tu presencia me hace daño.

Y de nuevo, tus recuerdos.


Ayer volví a hablar contigo de nuevo. Vale, vale, sé que ya no hablaría más de ti por aquí, ni contigo, tan solo conmigo, pero es el único método que tengo para poder describirte cómo me sentí. Ya no te amo, no, ya tan solo te quiero. Te quiero, mucho, muchísimo, demasiado, hasta el punto de sufrir por ello, hasta el punto de dolerme en el pecho. Pero ya no te amo. Ya no te necesito en mi vida, al igual que tu a mi tampoco. Ya no sueño contigo, ya no sueñas conmigo. Ahora, tengo pesadillas. Pesadillas en las que yo vuelvo, pero tú no vuelves, tú ya no estás conmigo. Y es así, es cierto; tú ya te has ido. Te fuistes, me fui, me perdí y me perdistes. Me dejastes sola, al igual que yo también lo hize. Fui egoista, cruel, asquerosa, y sé reconocerlo. Te amaba, y no supe demostrartelo. Te dejé solo, y a mi misma también sola. Abandoné al mundo, para refugiarme y esconderme de él, de mis miedos, de ti mismo. Fuí una cobarde, y he de reconocerlo. Reconocer que no tengo valor, ni fuerzas, y que apenas valgo nada para ti. Y sí, es cierto, y sí, también es mentira. Soy fuerte, valiente y única siempre que quiera. Simepre que me lo proponga, que luche, pero no en estos momentos. No contigo, ni conmigo. Soy valiente ante el mundo, soy fuerte, luchadora ante la gente. Soy cobarde y pesimista, en todo lo que esté realacionado contigo, y conmigo, con nuestro mundo. Soy yo, y eso no puedo cambiarlo. Ayer, después de estar sin saber de ti incluso meses, pude verte de nuevo. Verte sin verte, maldita distancia que existe. Pude hablar contigo, expresarte mis sentimientos y mis sentidos. Decirte que te extraño, sí, como a un amigo. Cosas ciertas, y muchas mentiras. La verdad, no sabía ni cómo reaccionar. Hay que ser sincero, y yo voy a serlo. Fue bonito, y muy triste a la vez. Pude sonreir, y no hacerlo, y llorar, y ser feliz, y amargada a la vez. Pude recordar, recordar los momentos perdidos en el olvido. También soñar, soñar con nuevos momentos escondidos. Reir, reirme de mi misma, y de mis fallos. Pude ver las cosas de un modo distinto. Ver que ya no estás aquí, a mi lado, que la distancia ha sido más fuerte. Ver que a pesar de todo, aún existe un nosotros. Ver que la esperanza ya es nula, que se ha eliminado. Poder admirar la belleza de un amor escondido. Ví el miedo en tu mirada, tan siquiera sin haber visto jamás tus ojos coincidir con los mios. Ví tu temor, tu temor hacia mis palabras de amor. Ví también el mio, mis miedos, mis reacciones. Soy gilipollas, y lo reconozco. Te puedes creer amor, que nada más verte aquí, de nuevo, conmigo, a mi lado, con toda la distancia encima, ¿no pude hacer más que llorar? Llorar de alegría, de miedo, de ilusión, de tristeza, de felicidad..Yo que sé, solo sé que acabé llorando. Quizás por la emocion, por las cosas imprecisas, por los sueños revividos, la añoranza. Te extraño, y te necesito aquí contigo. Y ya, ya sé que me contradigo. Digo que no te necesito, que ya no te quiero conmigo, pero a pesar de todo, nada se ha quedado en el olvido. Ni tus besos, ni tus palabras, tu risa y tus caricias. Ni los sueños, las ganas, las esperanzas escondidas. Nada ha desaparecido, excepto tu conmigo. Ya no estás, y se supone que yo tampoco estoy. Ya no estoy a tu lado, y sé que ya no me necesitas. Ya no soy nada más para ti, nada más que un recuerdo escondido, sacado de tu mente, borrado, para dejar nuevos espacios. Solo soy otra, otra más que estuvo en tu vida por un tiempo indefinido. Pude ser la princesa, y acabé siendo la rosa marchita. Pude tener el cielo, y ahora bailo entre las puertas del infierno. Pude tenerlo todo, y entre la nada ahora cabalgo. Me quedé estancada, en un mar vacío sin fondo. Y todo por mi, por ti, y por mi absurda gilipollez, por mi inmadurez. Soy una cría, una niña que no sabe apreciar nada. No supe apreciar tu calor, tu cariño ni tu comprensión. Al menos, no supe hacerlo pronto, pero sí tarde. Mejor tarde que nunca, pude abrir los ojos. Pude ver cuantísimo te quería, y cuantísimo sigo haciéndolo. Pude recordarte, y ver que ya no estarás aquí de nuevo. Y se acabó, y se ha acabado. No siento nada por ti, mi corazón tiene que ser neutro y frío. No siento amor, ni añoranza, ni recuerdos, al menos eso es lo que quiero. Solo siento cariño. Cariño por ti, y por lo que hubieramos podido tener. No voy a volver a luchar por ti, no, de nuevo no. No conseguiría nada, y ni tampoco quiero. Quiero que estés a mi lado, como un amigo, como algo más, como lo que tú quieras. Quiero que me ayudes, que todo vuelva a ser como antes. Que podamos sentirnos tras la pantalla, que no exista un yo sin un tú, ni un tú sin un yo. Quiero que nos unamos, que formemos un solo ser, del modo que tú quieras. Con promesas, con palabras o con actos, tú decides. Quiero saber que vas a estar a mi lado, y que no te voy a perder. Como amigo, como hermano, como lo que tu eres. Siendo tu, y yo yo. Sin cambiarnos, sin prisas, sin nada. Siendo yo tu enana. Aquella boba que un día tantísimo quisistes, y la misma por la cual tantísimo sufristes. Sé que ya no sirve de nada, y sirve menos intentarlo de nuevo. Pero las cosas salidas del corazón, nunca están de menos. Lo siento, lo sientes, y lo sentimos. Siento que este cuento, acabara en un frío y amargo destino. Lo siento, ya no estoy contigo. Y más aún lo siento, pues te necesito conmigo.

Por tus ojos daría mundos y fantasías, por tus labios haría mil locuras al día.
Lejos te llevaré, que esto es cosa de dos, volveremos a ayer cuando estábamos juntos...

Todo mentira, todo por detrás, las cosas a la cara, chico o perderás. Ahora todo va bien recuperando la fé, bebiendo litros y litros sé que el odio se fue. Ya no me importa nada, solo pienso en ti, en todo el daño que me hiciste y del cual aprendí.
Oye, gracias también, por todo aquello vivido por darme tu amor y compartirlo conmigo. Fui feliz, ya ves. Todo se acabó, no te culpo oye, reconozco mi error, tropecé mil veces, y mil veces lloré, te busqué mil veces, y nunca te encontré. Quiero que tú entiendas que no todo va bien
que le pongo buena cara a mis problemas sin saber el por qué. Porque dentro me hace daño y me lastiman, ya ves. El tiempo pasa y te llevó junto a él... junto a él...

Se hizo tarde mi amor, ya no estamos cerca. Se desvaneció nuestro mundo en las estrellas.
Fui uno chico ignorante que no sabía qué hacer, cuando llegaron los problemas solo me quería esconder.
Te perdí, me perdiste... amargo el chiste, quién diría que mi sueño se iba al traste, todo comenzaba a ser distinto, y yo inocente, no me di cuenta a tiempo, que te perdía para siempre.
Hoy lamento, (lamento) el cómo pasa el tiempo, el día y la noche, el ruido y la gente, el vino en su copa, tú ropa y tú mente, yo loco por ti, tú loca por irte, tú siempre y tú nunca, tú vete y mí vuelve, mi suerte cambiando .. tu vida con ese, me mata por dentro, me rompe en mil piezas, luché por tu amor, y me quedé sin fuerzas.