martes, 30 de octubre de 2012

Mis ganas de poderme expresar algo mas.

No es que no tenga que contar o sobre que reflexionar, si no es que apenas tengo tiempo para posarme en este estar. Y maldito mal estar, que hace que los días no pasen por pasar. Queriendo inventar, mil historias y dejarme llevar, opinar, mis sentimientos mostrar, y en cambio apenas poder escuchar, como mi corazon se queja al no poder contemplar, ni nisiquiera escuchar, lo que se llama felicidad, al decir lo que opinas de verdad, sin restrinciones ni miedos de que opinen en otro lugar, expulsandolo todo en mi mundo particular. Si es que tengo ganas de explotar, de contar por aqui todo lo que me llega a pasar, dia tras dia en mi estar, que claramente es bastante para narrar. Me muero por demostrar que la felicidad no se va, que amo sobre todas las cosas al poseedor de mi organo vital, pero que con los estudios apenas tengo tiempo para narrarle en versos cuanto me queda por demostrar, demostrar cuanto le quiero de verdad, que el tiempo no nos ira en contra ni tendra un final, que dos meses junto a el es poco en comparación con lo que el futuro nos muestra de verdad. Quiero contar en mi medio de expresar que la inseguridad en mi vida muchas veces tiene lugar, pero que si soy fuerte puedo darle al boton de rechazar. Y nada monada, que me queda mucha jornada. Que el tiempo corre, y cada vez mas estoy deseando un descanso para expresar cuanto aguanto.

martes, 23 de octubre de 2012

La belleza en tu rostro está, no quieras ocultarla más.

Una vez que hallas aprendido a bailar junto a la muerte serás mucho más fuerte. Una vez que comprendas que nada será como lo pretendas quizás lograrás aparentar cuanto quisiste alcanzar. Y mira hacia la mar, aunque sientas que no tienes nada que contar. Aprende y rectifica ya, encuéntrate un final. Que sabes que para lo bueno ya no queda ya, ni espacio ni más lugar, que ya no sabes lo que es el prosperar. Por danzar y esperar, a la muerte en tu portal, por jugar y amenazar, tu salud y tu belleza eliminar. Por querer ser como las demás. Por todo esto, te has sentenciado un duro final. Princesa de mi estar, dime de donde sacaste tanto mal estar. Si a tu lado a veces todo parecía leal, si la belleza está entre tu cuerpo, en la más pura divinidad. Dime como tú en algún momento pudiste negarte a la fama alcanzar. Como las risas sin piedad acabaron en tu boca al final, como tu misma no te permitiste prosperar. Y dime querida, ¿cómo tu misma te permites no avanzar más? A la muerte te has vendido, a la inseguridad. Sé que danzas sin más, que caminas pendiente de lo que otros dirán, con el miedo de contemplar que nada bueno habrá, que en parte tu mente transtornada no es que quiera depararte mal, si no que te indica la verdad. Llora y sentirás, como te odias de verdad. Acaba con tu maldita amargura ya, con esa sensación que te mata en tu estar. Ante tus ojos nada bueno podrás encontrar, pero mírate en el espejo, por dios; hay mucho que apreciar. Pero pase lo que pase, siempre contemplarás el mal, tus ojos se han acostumbrado a la falta de amor en tu estar. Fíjate en tu rostro, en cuantas veces lo habías mostrado con asombro, y en como ya no encuentras nada por mucho que busques en lo hondo. Fíjate en tu cuerpo, en las curvas que antes no dejaban cuerdo, y en las sombras que perduran como recuerdo. Fíjate en tu esencia, aquella que ya no queda en la palabra presencia. Y recuerda que bien lucías, aunque para tu mente tan solo aburrías. Apréciate de una vez, para renacer y crecer, en vez de estancarse en un ayer, en un algo que no podría suceder. Obsérvate otra vez, odiate, y hazme ver todo cuanto no quieres tener. Y ahora sal de tu cuerpo, como si acaso pudieras elegir la belleza de los no cuerdos. Abandónate por un momento, métete en mi cuerpo. Contemplate desde mi persona, comprende que eres bella por ti sola. Mira como te da la luz del sol; pareces una diosa, o una constelación. Y luego mírame a mi sin temor, y fíjate en que en el lugar donde una vez apreciaste el amor, la hermosura o algo parecido a alguno de estos Don, ahora solo se encuentra un, vaya por Dios. En otro cuerpo estas, pero para nada bella te sentirás. Así pues, indícame a tu pesar, ¿es que acaso mi mala belleza no te hace prosperar, o es que seas como seas nunca te vas a querer más? Yo creo que por mucho que lograras cambiar, el miedo siempre seguirá. Esto es una enfermedad, aunque es algo leal. Todo el mundo sufre tan solo por respirar, con lo bella y hermosa que es la vida, que es el prosperar; que es el saber que te quieren de verdad. Así que princesa no temas más, abre los ojos, abandona mi estar. Deja a un lado mi cuerpo, que se que para nada atrae a los cuerdos, y vuelve al tuyo, y deja los lamentos. Que tienes que sonreír, que no hay nada malo aquí; que estás preciosa así. ¿Y qué influye un kilo más, si lo importante es como los luces al final? Como tu, princesa, sabes traicionar a lo que es "real" para convertirlo en tu realidad, y hacer que la perfección se pueda perfeccionar.




No tengas miedo ni llegues a pensar que eres una más, y que la belleza jamás se posará en tu estar, no te escondas, pues eres alguien capaz, de apreciar que la verdadera verdad es que existes y ya está, que tu cuerpo es perfecto a pesar, de que te lo nieguen o te jodan una vez más; que tu rostro no debes de ocultar, pues con sonrisas debes a la población sanar. Quiérete de verdad para poder apreciar lo bello que es el disfrutar.

sábado, 13 de octubre de 2012

Escóndete del mundo, de tu propia realidad.


Y vive en el mundo de Nunca Jamás, donde el frío no llegará. Olvídate de todo aquello que vendrá, de que nunca podrías prosperar. Cubre tu rostro, muestra que eres la palabra asombro. No te dejes ver, ni aunque el cielo se vaya a caer. Exprésate, sin que tengan un rostro por el cual saber, por el cual criticar o ver, lo bella que puedes llegar a ser. Aléjate del mundo, de las veces que chocaste y acabaste en lo más profundo. Y dile hola a las melodías, a las veces en las cuales ya no fuiste mía. Vendete al Diablo, dile que no perteneces al grupo de los sagitario. Olvídate de todo aquello relacionado con un Dios, céntrate en que en algún momento tendrás que decir un adiós. Y abandona la realidad, vive la propia irrealidad, donde ya nada volverá. En tu rostro observaras, que nadie podrá contemplar, tu belleza, o tu mal estar. Ya nada quedará, ya nadie te recordará ni te irá a buscar. Sella un pacto con la muerte, y así quizás siéntete más fuerte. Observa tu cuerpo inerte, las veces en las cuales estuviste a contracorriente. Y demuéstrale a la gente que eres lo que un día temieron de repente, que por su culpa ahora te sientes menos paciente. Borra la melancolía, toda pizca de alegría, y comienza a vengarte que ya es día. Se cruel, déjate caer, piérdete y grava quien puedes llegar a ser. Aunque quizás nunca tu hubieras querido esto en el ayer, ya ha venido el oscurecer. La cordura falta por doquier, esta la amargura y las ganas de no mantenerse en pie. Ahora caminas sin querer, danzas con la muerte, ya ves. Eres inmortal aunque no lo crees, pues tus malos actos se recordarán una y otra vez. Con una media sonrisa mira al frente y ve, cuanto perdiste al no centrarte en lo nuevo de ver, por quedarte en el pasado para comprender, que el Diablo te hizo esclava de lo que nunca podrás tener, y que el destino no te ayudó a florecer. Marchita flor, con un impuro corazón, que siempre estuvo esperando al sol. Como un girasol, velando tras una y otra canción, en espera de la resurrección. Pero nunca llegará para ti el calor, la suave brisa o el amor, pues del mal se hizo todo tu esternón. Por dejarte caer, vencer y llegar a comprender que nunca más nada te iría bien. Por rendirte una y otra vez, por no luchar, mírate. Con el Diablo estás, vaya soledad. Allí creo que nunca te irán a buscar, por esconderte ni tu familia te recordará. Claro está, que todo lo malo tuyo prosperará, que el daño quedará, y que por tu culpa muchos encontraron el final. Pero tú querida ya no podrás tener más, la sangre no te compensará, ni nada te hará sentirte mejor en tu estar. Nada te saciará, como un vagabundo te sentirás, como un drogadicto sin su droga a pesar, de poseerla, pues la querrás cada vez más. Haz pagar, por todo lo que te hizo mal. Como en parte ya no existirás, ni te recordarán, deja tu huella más. Siente bien lo que es matar, adorar, dejar y amar. Recuerda a los que te querían de verdad, y sufre pues tu propia bondad. ¿Es que acaso algún día tu, mala bestia de mi estar, pudiste llegar a cuidar? A no destrozar cuanto tuviste, a tratar de ser fuerte, y luchar, a llenar de tu amor todo un camino a alcanzar. ¿Acaso una bestia puede amar? Una persona cambiada y destrozada, flor en una eternidad. Mirandolo desde mi punto de vista, no entiendo cuanto pudiste cambiar. Claro, que sin alma ahora estás, y lo único que seguramente querrás será el final. Y dime ahora qué le dirás, a todos aquellos que querías de verdad, cuando tu rostro ya no se vuelva a posar, cuando al verte no vean más que maldad. Ahora qué, ¿merecía la pena buscar aquel final? ¿Firmar un contrato no legal? ¿Venderse a cambio de un "algo más"? ¿Acaso ahora puedes soñar, y hacer algo más que recordar el tiempo atrás? Dime, princesa, ¿por qué no pensaste más? Gracias a esto has hecho a tu flor marchitar.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Para sentirte mejor, fundete entre la pasión.

Deja a un lado eso de la mala suerte, de danzar con la muerte. Dile adiós a todo lo que tengas enfrente, se fuerte. Y recuerda que puedes a contracorriente, que tus fuerzas aguantaran por siempre. Ya no temas mas, no busques un final pues no lo encontrarás, ya que a tu lado por siempre voy a estar. Dile adiós a la melancolía, a cuantas veces no te entias viva, a todo aquello que te decían. No vuelvas a sentir que no te querian, ni temas por lo que quizás en algún tiempo querrías. Olvidate de todo lo que sentías, de amar a las melodías. Recuerda que gracias a esto crecías, que aunque no lo parezca muchas metas cumplías. Y ya no vayas nunca mas, a buscar lo que dejaste atras, pues ahora solo veras el futuro y no más, ya nada malo vendrá, por muchos malos consejos que te dieran al final, pues como un gran caballero venceras, contra el bien y el mal. Siempre que quieras prosperar, recuerda que lo bueno ya vendra, que lo necesario es la lealdad incluso amar, que te quiero de verdad. Recuerda lo que ya no te dirán, y sientete vivo, lleno de tu estar. Sonríe sin parar.

jueves, 4 de octubre de 2012

Ya no tengo miedo a eso que llaman estar sin ti, o al sentirme sufrir, porque se que desde ahora vamos directos a un sin fin. Y para nada temere todo lo que esta por venir, quiero intervenir, luchar porque aun estes aqui. Y así te lograre decir Dani, que jamas amare a nadie como a ti.

lunes, 1 de octubre de 2012

Eres mi mayor vicio, y no quiero un fin con un al.


Quiero escucharte respirar, morirme al pensar, que quizá algún día te podré contemplar, soñar con amarte y despertar, cada noche entre besos sin parar, con caricias de esas que tanto te quiero dar. No te puedes llegar a imaginar cuanto te llego a extrañar, y como mi corazón no para de palpitar. Quiero recordar lo que vivimos y pensar, que muy pronto volverás, que a mi lado estás, a pesar de que no te pueda tocar. Y quiero acariciarte, besarte sin parar, llenarte de susurros, y posarte en mi estar, amarte hasta no respirar, tocar toda tu piel, palpar, y adorarte una vez más, hacerte incluso suspirar. Demostrarte que lo nuestro es real, que para nada habrá un fin con un al. Quiero sentirte otra vez muy cerca como al final, tu cuerpo contra el mío, tu aroma respirar, sabiendo ahora cuanto te quiero dar, cuanto te debo de verdad. Y quiero amarte una vez más, saber que por siempre a tu lado lo bueno lograré hallar. Que lo nuestro no tenga un fin con un al, que te quiero hasta estallar, y que jamás ya podría vivir sin tus cariños y tus mimos, no quiero más, más que lo que tu me sabes dar. Te debo confesar que gracias a ti ya nada va mal, que estando junto a ti todo me es leal, todo parece cuadrar, que quiero continuar. Que me muero por besar, esos labios, que tanto quiero probar, juntarlos sin parar, conectarlos en un beso que no tenga final, mi rostro ladear, para unir uno con otro, y probar, saborearlos y contactar, una lengua con otra, la mía enredar, la tuya rozar, hasta olvidarnos de que existía una realidad. Pues para mi, no hay nada más real que mi realidad, y mi realidad es que yo contigo quiero estar. Que el tiempo poco influye ya, que una eternidad se queda diminuta para cuanto nos queda por disfrutar. Que mañana campeón, va a ser un día muy especial, y quiero que recuerdes alguna que otra palabra mía, que sonrías al pensar, que te pienso sin parar, que quiero un futuro donde tu vayas a estar, y me da igual abandonar todo lo que era mi realidad para ahora tan solo serte leal. Porque nada me importa ya lo que vino atrás, cuantas malas rachas la vida me hizo pasar, o cuantas sonrisas añorar. Ya nada me importa el qué dirán, tan solo tus palabras, y tus actos de bondad. Tus caricias, tus abrazos, esos besos que me darás. Quiero enredarme en tu cuerpo, rodearlo y perderme de los cuerdos. Llenarte de besos, conocer cada uno de tus huesos. Quiero inspeccionar tu cuerpo, y descubrir que es cual paisaje más bello. Conocer cada una de tus sonrisas, y también la forma de tus caricias, el tono de tu voz, que nunca me digas un adiós. Reconocer todos tus aromas, vestirme con tu ropa. Quiero tanto que te tengo hasta en la sopa. Que siento que los actos se me agotan, que las poesías ya no son capaces de expresarte cuanto me vuelves loca. Que ha pasado un mes junto a ti, pero que quiero que siempre sea así. Que un siempre sea lo mínimo que nos quede por vivir, que nos queden miles de madrugadas por compartir. ¿Sabes qué? Pocas veces sentí lo que hoy conseguiste hacerme vivir, hacerte sentir, emocionarme por ver cuantísimo sientes por mí. Y debo agradecerte el aparecer en mi, en mi ser, el hacer mi corazón latir, el compartir tu tiempo en mi. Debo de agradecerle incluso a tus padres el existir, y estoy segura que en un futuro se lo comunicaré a sí, pues gracias a ellos estás junto a mi, y por esto nunca te dejaré partir.
Puede que quizá no sea fácil, que la añoranza es algo frágil, pero junto a ti seré muy ágil. Nos queda tanto por compartir, que serán millones de versos para tí, de poesía y de metas a escribir. Te narraré una y otra vez lo cerca que estuviste de mi, como te conocí, todo aquello que nunca te decidí decir, cuanto quise hacer cuando tuviste que partir. Y ahora mismo, comienzo a imaginarme que vas a estar aquí, y no puedo hacer más que sentirme morir. Morir de los nervios, de la alegría de que tu te poses en mis melodías, y espero que me revivas. Estoy deseando recogerte en esa estación, gritarte mi amor, y besarte con pasión. Saber entonces que nunca más seremos dos, si no uno, un nosotros, corazón. Felicidades por estos treinta días, gracias por alegrarme con tus manías. Tu manía de darme los buenos días, que tan feliz me hace, y me anima el día. Tu manía de extrañarme, de sentirme. Todas tus manías que ahora yo también he hecho mías, pues nada más estar un segundo sin ti, ya siento el morir. Que sepas, que esto solo es el comienzo hacia un lugar que no tiene fin, que claro que lo viviremos todo como si un mañana no estuviera aquí, pero será porque te quiero sentir, porque cuando te tenga aquí, pienso mostrarte todas las estrellas que un día descubrí, todos los paraísos que junto a ti quiero compartir. ¿Qué más decir? Podría escribir y escribir, decirte una y otra vez que necesito tenerte aquí, que deseo sentirte junto a mi, escuchar tu corazón latir, pero déjame que ya te lo demostraré cuando estemos juntos por fin. Y te vuelvo a decir, como hoy te pregunté a ti:
"¿Dónde has estado el resto de mi vida? Si ahora eres tú quien me da las ganas de sentirme viva."
No quiero un fin con un al, ni darle al terminar, si no sentirte cada despertar.