viernes, 18 de mayo de 2012

Y de nuevo, hablando de la mala de nuestro cuento.

Nunca he podido sentir tus besos, ni tus labios, ni tu simple contacto. Nunca me has abrazado, ni me has acariciado, quizás nunca tan siquiera me hallas amado. Nunca he sentido tu calor, ni he inspirado tu aliento, tu olor, nunca he podido apreciar el tono que tornan tus ojos ante la luz del sol. Nunca te he llenado de caricias, y no, nunca te he sentido cerca. Nunca te he demostrado mi amor con tactos, tan solo con hechos. Nunca te he hablado, nunca te he oido. Jamás mantuvimos una conversación, jamás te sentí cerca, ni pude darte mi amor. Jamás visualicé tu rostro, ni pude perderme entre la perfección de cada uno de tus gestos. Jamás tuvimos un siempre, y ahora por siempre viviremos nuestro nunca. No he podido dormir entre tus brazos, ni besar tus labios. No he podido acurrucarme en tu presencia, y dormirme a la luz de la fluorescencia. No he podido llenar de caricias tu cuerpo, ni sentirte, ni morirme, no he podido escuchar tus susurros. No he podido hablarte en formato secreto, ni sentirte de forma íntima. No he podido encontrar tu presencia, ni perderme contigo más allá delo que otros piensan. No he podido vencer al miedo, ni a la distancia, y ni acabar con la mala en busca de venganza. Ni cumplir mis sueños, ni formular los tuyos. Ni amarte ni adorarte, ni prometerte ni vengarte. Ni sentirte ni tentarte, ni morirme ni resucitarte. Ni querrerte ni llamarte, ni esperarte ni ansiarte. Tan solo extrañarte. Tan solo odiarte.  Y buscarte entre la nada, y perderte con un todo. Y añorarte hasta la muerte, y perderte sin nisiquiera verte. Y morirme por mis actos, y fallarte por mis llantos. Y amarte por lo bueno, y odiarte por todo lo malo. Y llorar por lo nuestro, y sonreir por aquello que nunca fue cierto. Y buscar un cruel final, y terminar sin encontrar mi propia realidad. Y vencer la distancia, y perder en la lucha. Y iniciar una nueva guerra,  y perder toda la vergüenza. Querrer tener un todo, para reducirme junto a ti a una nada. Quise un nosotros, y acabamos siendo un vosotros. Quise una promesa, y acabamos teniendo una mala historia en descompensa. Quise tenerte, y acabé por añorarte. Nunca jamás volveré a soñar, nunca jamás te volveré a amar. Nunca jamás diré un nunca más, y nunca jamás te buscaré en mi portal. No, ni uno más. No, ni te quiero otra vez más. Y quise desviarme del final, y quise volverte a soñar. Y quise sentirte, como aún quiero ver contigo el mar. Y quise amar, sin saber nisiquiera como actuar. Y lo quise arreglar, y en un quiero por siempre se va a quedar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario