martes, 6 de diciembre de 2011

Como gran loca demente, tengo derecho a hablar...

El amor. ¿Un sentimiento o una simple palabra? Dicen las malas lenguas, que es algo pasajero, poco duradero. Otros pequeños aventurados osan decir que es algo con lo cual se nace, se vive, se convive y se muere. He oido decir que los filosofos piensan que es algo espontaneo, sincero y puede que algo duradero. En mi opinión, contra un millón de sabios, alcholicos y dementes, opino que el amor no es más que una sensación, un sentimiento que experimenta tu cuerpo, que te llena de vida, de animos, cual primavera, en algunas ocasiones. En otras, en cambio, el amor es lluvia, tormenta, catastrofes, dolor, lágrimas. El amor duele, y pongo mi palabra ante cualquier filosofo moderno de que ss fuerte, cansino, y una pequeña obsesion hacia alguien durante un tiempo inconcreto. El amor es alegria, y a la misma vez tristeza, una clara representación sobre la bipolaridad. Un día tocas las nubes, otro te estancas sobre el suelo. Es un sentimiento, una palabra, un gran significado, a veces incluso una ironia. Ironia cuando no es correspondido, o bien cuando el pecho te arde, te duele, incluso te mata. Yo creo, es mas, afirmo que se pueda morir por amor, por ese bonito y cruel sentimiento. Se puede morir, sufrir, incluso ser feliz. Llorar, gritar, bailar, celebrar. Cupido, fiel simbolo del amor, no es mas que mercancia barata para llamar la antención. Creo, afirmo, pongo toda mi fé en el amor a primera vista; pues cuando le ves, sabes que es él. El mundo cambia, todo es más fácil, durante unos simples instantes, para luego quizas combertirse aquello en la mas horrible de tus pesadillas. Causa del destino, ambas cosas. Sinceramente, sí, puedo afirmar que creo en el amor. En los sentimientos, en las veces que sientes morir por ellos. Pero no, no estoy de acuerdo con su forma de ser, a veces tan autonoma, otras tan pesada y cargante. Defiendo, como otra loca demente en este mundo que aun gira, algo cansado ya, al amor por encima de todas las cosas. Apuesto que este puede con todo, siempre que sea muy fuerte y que las dos personas, esten muy unidas, al igual que apuesto sobre que cuando acaba, es culpa de una de las personas, o incluso las ambas que estaban implicadas, no de este sentimiento en si. Por celos, confusion, miedo, y unos diversos adjetivos mas. A veces, son tan realmente crueles estas que abandonan a ese sentimiento, esa palabra. Yo opino, comento, expreso mis sentimientos. El amor, tal como sentimiento, como sensación y como palabra, crei haberlo vivido muchas veces, a lo largo de mi corta vida, pero con el tiempo, logras darte cuenta de que tan solo has estado engañandote a ti misma, y aquello que sentistes realmente no fue más que un simple capricho. Yo, sicópata perdida en este mundo, senti, vivi el amor como nadie junto a la persona a la cual más querí y más amé, a pesar de que eso ya sean palabras mayores. Experimenté el suave cosquilleo en el estomago, los nervios, las sonrisas, incluso el miedo, la desilusión, las lágrimas. Mi amor era fuerte, duro, resistente. Tenía un obstaculo, una barrera poco franqueable, llamada distancia. Yo, junto a el, luche contra esta con todas mis fuerzas, nuestras fuerzas. Afirmo, asiento, se puede sentir eso que llamamos amor a distancia, incluso sin haber tenido a esa persona nunca cerca, nunca a tu lado. El destino, cruel destino, que maneja nuestras vidas. Distancia, destino, amor, no encajaron bien en aquella situación. Se rompió, me rompí, en parte se acabó el amor. Para el, pero en mi aún sigue aqui. Ese amor que es obsesión, pesado, duro de afrontar. Ese que hace que te duela la barriga, y apenas puedas respirar. Amor, amor de ciegos, de distancia, de sufrimientos, de lágrimas, de destino, es el cual tengo, el cual vivo.

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