jueves, 12 de julio de 2012

Déjate llevar, hasta que descubras que ya decidiste un final.

Dolor en mi garganta, en busca de tu lengua que se atranca. Contacto de tus labios, unos con otros desgastados. Besos salados, entre las lágrimas que un día nos ahogaron. Caricias enternecedoras del espanto, colándote por cada uno de mis huecos en busca de que nos vuelva el encanto. Susurros tras la oreja, en un lenguaje que tan solo conoce la tristeza. Roces desconocidos, de pieles que un día perdieron el camino. Manos que se unen, corazones que huyen. Sonrisas traviesas, lágrimas sinceras. Un contacto con otro, al fin un sueño roto. Besos por tu cuello, recordando tantas veces perdimos el desenfreno. Caricias por mi espalda, en busca de perder el rencor que ya no nos falta. Unas manos que se alzan, una lágrima que se me atraganta. Los contactos más húmedos, más intensos de los sentimientos. Tus caricias por mi cuerpo, a modo de encontrarte un hueco. Un pacto de saliva, para olvidar todas aquellas veces que te ibas. Una caricia con otra, como si fuera de nuevo nuestra fria despedida. Tu lengua sobre la mia, en mi paladar en busca de recorrer nuevas fantasias. Mis manos en las tuyas, en el recuerdo de cuano fui tuya. Un contacto interno, como el daño profundo de tu gesto. Una sonrisa que se borra, recuerdos que se desbordan. Un no te vayas, un podemos intentarlo. Un lo siento, ya no queda tiempo para ti entre mis brazos. Un frio contacto, de tu piel sobre la mia descansando, en un abrazo intenso que tanto habiamos soñado. Otra caricia, otro beso, susurros prohibidos de tu cuerpo. Y al fin, el desencuentro, pues ya no quedan paginas para nuestro cuento. Y tu solo, y yo sola, pensando en como consolidar este dolor que siento del todo dentro. Y entonces una cama, un sueño, de nuevo el insomnio llegará por la falta de tus besos.

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