viernes, 28 de octubre de 2011

Bienvenido a mi tonta vida, maltratada, fuera de lugar, incomprendida.

Estoy cansada de llorar por ti. De la rutina, del ruido, de la gente, del miedo. Estoy harta de recordarte, de pensarte, de sufrir por esto. Estoy harta de recordar todo lo que vivimos, todos aquellos momentos y ver como ya no son nada, nada más que simples recuerdos. Como tu ya no estás, como yo ya no estoy. Como estás lejos, como ya no estás tan cerca. Todas aquellas fotos del pasado, las cuales poco a poco he quemado. Todas esas cenizas qe se han quedado, todos esos recuerdos, esas sonrisas, esos llantos. Estoy cansada. Odio ser frágil, no poder ser fuerte. No poder luchar, no ser capaz de afrontar. Recordar el pasado, recordarte a ti, y admitir que te echo de menos. Admitir que te echo en falta, que eres la piezecita que salta en mi. Odio echarme a llorar cuando tu recuerdo vuelve a mi. Como tratan de salir mis lágrimas, como se corre mi maquillaje. Como una amiga sufre por esto mismo. Como los demás me miran, algo confusos, divertidos por mi situación. Odio tener que recordarte como algo del pasado, odio tener que haber aprendido a vivir sin ti. Sin ti, sin tu jodida perfección. Con la ausencia de mis sonrisas, con todos mis miedos, desvelados hacia los demás. La gente, apenas me comprende. Lágrimas son sordas, pero más sinceras que miles de palabras. Te soy sincera, cariño. Lloro, sufro, padezco, tengo sentimientos. Me duele, me hundo, te echo de menos. Intento ser feliz, encontrar algo que me llene a mi. Pero es dificil. Eras tú, quién me enseñó a sonreir. Eras tú, y tan solo tu. Ahora, solo me tengo a mi. A mi, al ruido, al miedo, a los fallos. A la puta distancia. Ahogandome, asxfissiandome. Sola.

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