martes, 1 de enero de 2013

Oscuridad de la noche.

Y ahora cada noche, las pesadillas me acompañan, me buscan, me extrañan. Cada noche me vienen a decir un hola por aquí, y lo peor es que así yo siento el sufrir. El no tenerte junto a mi, el amarte hasta morir. No entiendo el por qué no me dejan vivir; el por qué tras cerrar los ojos no puedo desaparecer y morir. No comprendo mi propio existir. Antes, bellas melodías me adornaban mientras que dormías, en cambio ahora, todo empieza dulce en mis sueños con tu compañía, pero acaba acabandome la vida. Hoy por ejemplo, soñé que venías aquí, junto a mi. Siendo la noche pasada, de repente te encontraba. Y alegría, vaya vida más feliz me darías. Entre tus besos de esos que no saben dejarme cuerdo, entre tus caricias por mi cabello. Y así, teniendote en mi existir, te dejé muy pegadito a mi. Pero pronto de posó el invierno, los cuerdos, y tu dejaste de darme besos. Así como si ya no quisieras más, como si fuera el cupo final. Yo te abracé, te necesité, a tu corazón busqué, y para nada encontré lo que siempre quise tener. Ese latir eufórico, convertido en un descanso. Pues no sé si ya no había ilusión, o es que tal vez te habías aconstumbrado a mi calor. No lo sé, solo sé que se acabó la canción. Tu mirada de enamorado, que antes en mi te quedabas anclado. Ya no te veía, aunque te tenía. Ya no sentía tu amor, toda la llama me había dicho ppr tu parte un adiós. Y yo allí, entre tus brazos pero sin ti. Sintiendo el frío del lugar, la distancia que se intensificaba hasta un nunca jamás. Hasta que valiente de mi, te miró a ti, en busca de lo que antaño llegaste a seguir. Todo, nada, de nada, monada. Ya no estaba tu sonrisa, la forma en la que me acariciabas sin risas. Solo estabas tu, tu cuerpo, tu rostro presente. Estúpida de mi que creía que pudieras dejar de quererme. Estúpida de mi que me hundí nada más verte así. Estúpida de mi, pues pronto descubrí que soñaba de nuevo con el olvido de no tenerte aquí. Estúpida de mi, que se que lo nuestro durará sin fin. Cuando desperté, te busqué junto a mi. Busque encontrar tu cariño, tu sonrisa, tu respirar, tu amor por aquí.. Esperé algo que por el momento sé que debo esperar. Pero no tengo miedo, ni creo en el olvido. Si las pesadillas me atormentan, es porque sé que solo junto a ti me siento vivo. Y maldeciré al destino, luchare por lo que ambos sentimos. No pienso alejarte de mi camino. No tengo miedo de lo que ambos podamos sentir, no tengo miedo de luchar por ti. No tengo miedo, he mandado al olvido lo que un día me dijo "no puedes" el destino. Soy valiente, aunque una cobarde demente. Pienso borrar todas las pesadillas, las veces en las cuales me creo que en la realidad venían. Pienso seguir junto a ti, hasta el morir. Haría lo que fuera por verte sonreír.

2 comentarios: