jueves, 5 de abril de 2012

Una simple palabras, que forma mundos.

Siempre he supuesto que la felicidad es algo verdadero. Algo único, un sentimiento duradero. Que una vez que la encuentras, es tuya, y que una vez que la pierdes, ya no volverá nunca. Pero no, no es cierto. La felicidad son cortos momentos. La felicidad es un te quiero. La felicidad son sonrisas, también son lágrimas. La felicidad no son más que actos, que simples segundos presentes en la vida, en el destino.
Mi felicidad no es más que tu presencia, y también se convierte en mis lamentos. Mi felicidad es intentar ser feliz. Mi felicidad soy yo, y mis ganas de prosperar.

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